2012 en imágenes musicales (I)

El 2012 ha sido un buen año . Musicalmente hablando.

Comenzábamos el mes de febrero con el nuevo álbum de los vizcaínos McEnroe. Oh si. <<Las orillas>> no nos decepcionó. Esa melancolía épica que se destila en cada uno de sus temas, que huelen a desamores, a mar, y a Malasaña. Creía que temas como “Relojero” ( el tiempo no hace más que molestar) ,”Otras vidas “ ( conocí en Boston aunque nunca estuve allí ) ,o “Naoko” ( ningún libro que leímos avisaba del peligro de creernos especiales) no tenían  competidor. “La cara noroeste” me desmintió esta creencia.

A diferencia de McEnroe, los catalanes Mishima sí que creen en el <<Amor Feliç>>, nombre de su último álbum. El enamoramiento empezó con un  aspiracional Miquel a l´accés 14, aderezado con unas bonitas melodías y letras de sus posteriores álbumes : <<Ordre i Aventura>> i <<Set tota la vida>>.Ellos me confirmaron que hi ha una veritat en una cara bonica  y que siempre hay una brecha  esperanzada en todo aquello que rodea al amor. Hablan de amor confiado , puro,  a veces naïve, tan característico de la sociedad barcelonesa ,pero sin esconder la angustia que a veces provoca. El Palau de la Música fue el escenario ideal para ver su espectacular directo en el mes de mayo.

El Primavera Sound en el mes de junio nos hizo el regalo más preciado con la presentación del nuevo álbum del dúo de Baltimore, Beach House, Bloom (BBB o bravo bravo bravo).Canciones llenas de claroscuros y composiciones altamente energizantes. Amor o odio. Ellos no entienden de grises. Chapeau.

A veces, un buen consejo musical te puede ayudar a sobrellevar momentos difíciles, y por eso agradezco a Astrid que en el mes de agosto , cuando yo intentaba sobrevivir a miles de kilómetros de distancia de mi Barcelona, me recomendara Alt -J. No se trata de snobismo. Apostaría por ellos. Tienen fuerza y su música revela seguridad . Son melodías sopesadas pero se perciben extremadamente ligeras y naturales. Decidme sino que pensáis de los cambios de registro de "Estocada", o las inflexiones de "Fitzpleasure". Deliciosas, eso si, con la segunda cata.