Alt-J y la segunda escucha

La primera vez que  oí hablar de Alt –J fue en ese hotel en Agra, dónde a pesar de tener unas maravillosas vistas al Taj Mahal,  viví probablemente algunos de los momentos más crudos de mi existencia.

Eso podría explicar porque no fui receptiva con su música. Está claro que mi objetivo, para entonces, era más bien la “supervivencia” . El enriquecimiento músico- cultural estaba en ese momento arriba de todo de la pirámide de Maslow.

De vuelta en Barcelona, y al concederles la segunda oportunidad , llegó el enamoramiento . De repente, estaba conectando profundamente con temas como Something Good, Interlude y el archipublicitado Breezeblocks.

Y esque Alt –J ya está considerado como el grupo revelación del 2012, con premio Mercury Prize incluido. Si echamos la vista atrás, bastante atrás, vemos que en 1995 ya fue concedido a Portishead por Dummy (oh my God !) y en 2010 a The XX .

Desconozco si el enamoramiento será duradero, lo que sé con toda certeza esque los puntos de inflexión  y la variedad de registros de sus canciones son absolutamente aspiracionales para todo buen amante, por efímero que sea .