[Fleetwook mac, Little Lies, 1987]
Estamos en la era de la indolencia, en la del “dejarlo pasar” , del todo vale y nada importa, en los trabajos, en las relaciones, en nuestros comportamientos , en la música que oímos-siendo oír antónimo de escuchar-.
Sería bonito si fuéramos más selectivos , más exigentes en la forma cómo vivimos nuestra vida y que el resultado de nuestro ser, fuera sólo una decisión sopesada y consciente de aquello que nosotros hemos elegido . Con todas nuestras facultades emocionales desplegadas,dejando las racionales como artista secundario.
Este sentimiento de inconformismo, aderezado con un poquitín de rabia por esta época de recesión que estamos malviviendo, y que sin duda va a ser causa de involución en nuestras pasiones e inquietudes, da como resultado que mi único consuelo para esta tarde lluviosa de domingo , sea escuchar a alguien que me cuente mentiras. Aunque sean pequeñas.
Pequeñas mentiras sin importancia... ;-)
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